27 de agosto de 21

La velocidad de las actividades de la vida cotidiana, definitivamente nos lleva a estar consistentemente en el pasado, en el futuro. Comemos con el celular enfrente haciendo citas, o comemos en nuestro lugar de trabajo, o estamos en la oficina resolviendo temas personales, o estamos entrenando pensando en todo eso que no hicimos o que debemos hacer.

 En otras palabras, estamos en otro lado, permanentemente. No estamos acostumbrados a disfrutar nuestra comida, las conversaciones aburridas con los colegas, el viaje en el auto…estamos viviendo sin realmente estar. Y por eso es tan importante practicar el presente, el estar en el aquí y el ahora…y en realidad es mucho más sencillo de lo que parece.

Para empezar, debemos dejar de creer que ser “multitasking” es buena idea. No. Hacer muchas cosas a la vez no es necesario. No es útil ni benéfico. Soy un férreo creyente de que las personas debemos aprender a hacer una cosa a la vez y por tanto debemos empezar por preguntarnos ¿de esto que tengo que hacer, ¿Qué es lo más importante? Y hacerlo.

¡Si estas comiendo, por favor no comas y manejes, no comas y revises Facebook, no comas y organices tu agenda…come!  come, disfruta, saborea, entiende si te gusta eso que comes o no, interpreta la información y aprende sobre esa comida y decide si es algo que te gusta, te sacia o solo lo ingieres. Aquí empieza todo.

Luego, será más fácil hacer lo complicado. Entrenar de manera consciente. ¡Esto significa que podemos entrenar, mover nuestro cuerpo y sin ver nuestro reloj, saber la velocidad, frecuencia cardiaca y hasta el tiempo! Pero no es algo que suceda de la noche a la mañana.

1. Cada vez que hagas fuerza, corras o lo que gustes, debes estar pendiente de todo eso que se mueve. De todo lo que no se mueve. Observa como haciendo algo que siempre has realizado, de pronto si cambias el foco de atención a otra parte del cuerpo, la experiencia cambia radicalmente. Nuestra mente es capaz de realizar énfasis intencionado y por ende cambiar la experiencia del ejercicio.
2. Observa tu cuerpo desde fuera. Revisa técnicamente tu movimiento, corrige como si fueras ajeno a ti.
3. Siempre que venga una idea negativa o un pendiente sin resolver o una tarea por hacer, respira. Observa el pensamiento y regresa a tu respiración.
4. Al terminar de entrenar felicita a tu cuerpo. Es importante reconocerte el esfuerzo, independientemente del resultado.

Así podrás entrenar el aquí y el ahora…y el beneficio será un cuerpo, una mente y el alma conectados por un solo objetivo. Tu propio bienestar…